GARDEL: UNA EXTRAÑA DUDA
¿ SE HACEN LOS DISTRAÍDOS O DIRECTAMENTE MIENTEN ?
Volvamos al tan promocionado certificado consular del año 1920, del cual HOY no existe ya duda que se trata de UN DOCUMENTO DE FAVOR y no un elemento válido.
Así lo ha probado el investigador JUAN CARLOS ESTEBAN en libros y en comunicaciones diversas, por lo cual no vale la pena, volver a precisar detalles sobre el mismo, pero SÍ hacer un pequeño comentario de cómo los “escayolistas”, siguen haciendo mal uso de él.
Días pasados vi y escuche al escribano Freddy González Araujo, en un video que suben a You Tube y pasan por TV nuestros queridos hermanos orientales, profanando la verdad acerca de la vida de Carlos Gardel.
En el citado video, el escribano expresa, repetidas veces, que en el citado certificado, el mismo Gardel declaró que sus padres eran “Carlos y María, ambos fallecidos” y que ese decir está corroborando que se refiere a una de las tantas madres que ellos le inventaron: la niña MARÍA LEILA OLIVA.
Pues bien. Como ya dicho, el escribano González Araujo esgrime esta situación como un verdadero trofeo de guerra, pero comete el grave error o falsedad de pasar por alto UN PEQUEÑO GRAN DETALLE.
Señor González Araujo, la cosa no es como usted pretende presentarla. Precisamente en ese documento, de por sí no válido, Carlos deja constancia que el nombre de su madre era: MARÍA GARDEL, con lo cual da por tierra con la patraña que se pretende urdir al querer ligar el nombre “María” con la pequeña Leila Oliva.
Estas y muchas otras más, son las evidencias que nos permiten desde el vamos, referirnos a la falta de seriedad o mala fe, con que nuestros hermanos pretender vendernos todos los hechos que en conjunto, conforman la GRAN FÁBULA que esgrimen.
Así lo ha probado el investigador JUAN CARLOS ESTEBAN en libros y en comunicaciones diversas, por lo cual no vale la pena, volver a precisar detalles sobre el mismo, pero SÍ hacer un pequeño comentario de cómo los “escayolistas”, siguen haciendo mal uso de él.
Días pasados vi y escuche al escribano Freddy González Araujo, en un video que suben a You Tube y pasan por TV nuestros queridos hermanos orientales, profanando la verdad acerca de la vida de Carlos Gardel.
En el citado video, el escribano expresa, repetidas veces, que en el citado certificado, el mismo Gardel declaró que sus padres eran “Carlos y María, ambos fallecidos” y que ese decir está corroborando que se refiere a una de las tantas madres que ellos le inventaron: la niña MARÍA LEILA OLIVA.
Pues bien. Como ya dicho, el escribano González Araujo esgrime esta situación como un verdadero trofeo de guerra, pero comete el grave error o falsedad de pasar por alto UN PEQUEÑO GRAN DETALLE.
Señor González Araujo, la cosa no es como usted pretende presentarla. Precisamente en ese documento, de por sí no válido, Carlos deja constancia que el nombre de su madre era: MARÍA GARDEL, con lo cual da por tierra con la patraña que se pretende urdir al querer ligar el nombre “María” con la pequeña Leila Oliva.
Estas y muchas otras más, son las evidencias que nos permiten desde el vamos, referirnos a la falta de seriedad o mala fe, con que nuestros hermanos pretender vendernos todos los hechos que en conjunto, conforman la GRAN FÁBULA que esgrimen.
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El escribano es Presidente de la “Fundación Julio Sosa”, con sede en “Las Piedras”, integra la Comisión Directiva de la Federación Uruguaya del Tango (FUTANGO) y es autor de un libro sobre Carlos Gardel, que lleva el vergonzante título de “CAR-GAR LOS-DEL”, en el cual se precia de hacer un riguroso análisis de la documentación uruguaya sobre el cantor argentino nacido en Francia.
Y es precisamente, éste señor, quien comete la ya señalada irregularidad de interpretación capciosa. Pero todo en este o en el otro mundo, se juzga y si el escribano no se rectifica, llegará para él el consiguiente castigo por perjurio.
En tanto veamos que dice el investigador Juan Carlos Esteban, que luego de destruir uno a uno los argumentos notariales que el señor González Araujo volcó en esa parodia de libro, expresa: “Si el escribano no se rectifica de sus irresponsables afirmaciones, deberá asumir su responsabilidad ante su conciencia profesional, sus colegas y la opinión sana e independiente de la comunidad gardeliana de su país y del mundo.”
José Pedro Aresi
Y es precisamente, éste señor, quien comete la ya señalada irregularidad de interpretación capciosa. Pero todo en este o en el otro mundo, se juzga y si el escribano no se rectifica, llegará para él el consiguiente castigo por perjurio.
En tanto veamos que dice el investigador Juan Carlos Esteban, que luego de destruir uno a uno los argumentos notariales que el señor González Araujo volcó en esa parodia de libro, expresa: “Si el escribano no se rectifica de sus irresponsables afirmaciones, deberá asumir su responsabilidad ante su conciencia profesional, sus colegas y la opinión sana e independiente de la comunidad gardeliana de su país y del mundo.”
José Pedro Aresi
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